La resistencia de frenado REOhm puede absorber y almacenar energía a corto plazo gracias a un tipo de bobinado especial. La energía provoca un cambio térmico, un calentamiento de la resistencia de frenado. Gracias a un relleno y compactación adecuados, la energía térmica puede transportarse rápidamente a la superficie durante los periodos de pausa y liberarse al entorno por contacto con el aire de refrigeración. Un disipador de calor aumenta la superficie de contacto con el aire mediante ranuras y varillas, y acelera la disipación del calor. Una conducción de refrigeración aún mejor se consigue mediante líquidos especiales de conducción térmica en las series con refrigeración líquida REO.
Gracias a la rápida refrigeración del cuerpo de bobinado, ya sea por aire o por líquido, se pueden absorber continuamente impulsos de diferentes intensidades o duraciones sin que se produzca la destrucción del componente. Las resistencias de frenado REOhm de las series estándar están diseñadas para un ciclo de trabajo del 5% -100%; si se solicita, también son posibles tiempos de conexión más cortos.
