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Desde podios de plástico reciclado en los Juegos Olímpicos de Tokio hasta la promoción de la Fórmula E, está claro que la industria del deporte se está centrando en enfoques más sostenibles. Esto también se aplica al golf, donde los carritos de golf eléctricos representan una alternativa más ecológica a los trolleys con motor de combustión, ya que tienen una menor huella de CO2 y reducen la contaminación acústica. Steve Hughes, director general de REO UK, explica cómo los carritos de golf eléctricos podrían revolucionar la movilidad eléctrica en el deporte:
Los carritos de golf con motor de combustión llevan décadas existiendo. Sin embargo, actualmente se está produciendo un cambio hacia sus homólogos eléctricos. Según un informe de Motocaddy, el mayor vendedor mundial de carritos de golf, el mercado mundial de trolleys eléctricos alcanzará un volumen de unos 174 millones de euros en 2030. Esto corresponde a un aumento del +44 por ciento desde 2020. Para los golfistas, una de las principales razones para cambiar a un carrito de golf eléctrico es una mayor conciencia del golf ecológico.
Dado que no hay motor de combustión, ni depósito de gasolina ni gases de escape, los carritos eléctricos no causan emisiones nocivas. A diferencia de los vehículos con motor de gasolina, los carritos eléctricos funcionan de forma silenciosa, por lo que se reduce el riesgo de contaminación acústica, especialmente en las grandes instalaciones de golf.
Tipos de carritos de golf en la evolución de los tiempos
En el pasado, los carritos de golf solían funcionar con motores de gasolina pequeños, ruidosos y malolientes que requerían un mantenimiento similar al de los vehículos de carretera, aunque solo se utilizaran fuera de la carretera. Con la evolución de la tecnología, las baterías de plomo-ácido se hicieron cada vez más populares y resolvieron algunos de los problemas de los motores de gasolina. Sin embargo, siguen siendo muy pesadas y tienen un mal rendimiento de la batería. La carga y descarga frecuentes estresan la batería, lo que significa que debe sustituirse cada tres o cuatro años.
Las modernas baterías de iones de litio, como las que también se utilizan en la industria del automóvil, están cambiando significativamente las posibilidades de uso. Son alrededor de un 60 por ciento más ligeras que las baterías de plomo-ácido, más baratas de mantener y conservan su capacidad de suministrar tensión incluso con un bajo nivel de carga. Estas características mejoran la aceleración y el rendimiento en las subidas.
Diseño de carritos eléctricos
Los carritos eléctricos a menudo se conducen de forma exigente y más bien imprudente, pudiendo producirse colisiones con otros carritos o árboles. Esto significa que los componentes de un carrito eléctrico deben cumplir los mismos altos requisitos de resistencia a los golpes y vibraciones que los de otros vehículos eléctricos. Además, los carritos suelen utilizarse en todas las condiciones meteorológicas, lo que significa que también deben soportar condiciones extremas de clima, temperatura y corrosión.
Para garantizar que los vehículos eléctricos sean suficientemente resistentes y que el efecto regenerativo de la combinación motor-inversor no cause problemas con la electrónica, el exceso de energía se desvía a menudo a una resistencia de frenado. Estas resistencias son esenciales para la supervisión segura del rendimiento de la batería durante la descarga. Esto ocurre, por ejemplo, al frenar bruscamente durante la conducción en una pendiente pronunciada del campo de golf.
REO ha desarrollado las resistencias de la serie BW155, que ofrecen un banco de carga variable que puede programarse para la descarga de potencias de batería de hasta 130 kW. Estas resistencias pueden soportar brevemente sobrecargas de más de 20 veces la potencia nominal, con sus bobinados internos doblemente aislados. Esto garantiza que, incluso en caso de sobrecarga, exista un mecanismo a prueba de fallos que proteja los componentes.
Los carritos de golf con batería son un paso importante en el camino hacia una industria del deporte más sostenible. También será importante la producción sostenible de la electricidad. Aquí, los módulos solares o los aerogeneradores locales instalados en el campo de golf podrían suministrar la electricidad necesaria. El carrito de golf en sí también tiene un futuro: podemos imaginar varias aplicaciones, como, por ejemplo, en el mantenimiento de grandes instalaciones, en el transporte en un campus o como una opción más sostenible para los viajes en el vecindario.
